martes, 27 de noviembre de 2012

¡¡¡¡SUPERWOMAN ESTUVO AQUÍ!!!!


TRES RAZONES SUFICIENTES PARA ASISTIR A UNA ESCUELA CON EL MÉTODO MONTESSORI.

  1.  En una aula Montessori las preguntas importan mas que las respuestas y la curiosidad natural de un niño es bien recibida y no rechazada, es más, la curiosidad de un niño es la que impulsa la acción.

  2. No tareas, a los estudiantes se les dan proyectos de investigación para varias semanas, pero generalmente no hay tareas diarias, las horas de clase en una  una escuela Montessori son muy productivas así que no hay necesidad de dejar tareas diariamente. Investigaciones en educación han demostrado constantemente que las tareas en educación primaria no tienen ninguna correlación o impacto en logros académicos.

  3. Un ambiente en paz y en calma, si se quiere un niño bien educado, se debe crear un ambiente de seguridad. 

María Montessori demostró lo extraordinaria que puede llegar a ser la escuela para todos los niños,  depende de nosotros el continuar su legado.... 

PROCEDIMIENTOS METODOLOGÍA MONTESSORI


Las operaciones que conducen al desarrollo normal del niño, y que son la ayuda que puede ofrecer un adulto para que se construya o aprenda por sí mismo, son las siguientes:
  1. Preparar en el aula un ambiente confortable, agradable y estético de cara al niño.
  2. Disponer o preparar materiales sensoriales y simbólicos de acuerdo con los periodos   y etapas de desarrollo del niño.
  3. Permitir al niño la elección espontánea de esos materiales para que realice sus actividades de forma autónoma, y en el lugar y modo que escoja libremente.
  4. Aplicar, en la presentación de los materiales o de sus cualidades, la lección de los tres tiempos, siendo parcos en palabras.
  5. Presentar a cada niño la forma de trabajar con el material que se estime adecuado, evitando explicaciones innecesarias. El niño tiene dificultad en entender el lenguaje verbal y gestual del adulto.
  6. Observar el trabajo del niño, de cada niño, anotando las características de su ejecución.
  7.  Evitar interrumpir el trabajo del niño atento y concentrado, y de corregir sus errores verbalmente. Si es preciso, repetir ante el niño el uso correcto del material, o dirigir, de algún modo, su autocorrección.
  8. No aplicar ni premios ni castigos para estimular o para corregir conductas y tareas realizadas.
  9.  Componer materiales que permitan, siempre que sea posible, la aplicación de varios sentidos en la ejecución de la actividad.
  10. Observar y analizar el uso que el niño hace de esos materiales para incorporar mejoras y dirigir mejor su presentación.
  11.  Tener por norma, en la construcción y preparación de materiales, los siguientes principios:

                              - Aislar o limitar el contenido de aprendizaje o la dificultad que se presenta.
- Jerarquizar el contenido de menor a mayor dificultad o complejidad.
- Analizar el contenido y establecer sus partes o pasos, tanto desde el punto de    vista lógico como psicológico.
- Incorporar al material y a la actividad el control de error o la autoevaluación correcta.